viernes, 17 de noviembre de 2017

LA COMUNICACIÓN

Es un proceso interactivo e interpersonal. Proceso, en cuanto se producen etapas, e interactivo e interpersonal , porque ocurre entre personas y está compuesto por elementos que interactúan constantemente.

La comunicación se puede explicar mejor, si partimos de la consideración del proceso biosocial del ser humano. Así, iniciamos este recorrido con las funciones de la memoria, tanto neurológicas como psicológicas, las cuales se producen en el sistema nervioso central. Aquí, un estímulo externo produce una señal o registro, que se guardará en la memoria, para ser utilizada cuando el hablante encuentre la ocasión para ello y demostrar así la capacidad que tiene el ser humano de seleccionar este recurso para usarlo arbitrariamente (distinción con respecto a la comunicación simple y primitiva del animal).

Esta información pasará a formar parte de un rico caudal de experiencias cognitivas y afectivas que constituirán los mensajes, que en algún momento serán emitidos y recibidos por otros. Estas señales se convertirán en símbolos significantes, dado que pasarán por el tamiz cultural estandarizado propio de una comunidad de hablantes. En su momento oportuno, este símbolo aparecerá transformado en sonidos o grafías o gestos que recorrerán una distancia hacia una persona que por su misma categoría cultural los reconocerá, percibirá, interpretará y devolverá, según el equipamiento neuropsicológico de su memoria, dentro de su sistema nervioso central.

Este recorrido que forma un círculo, tanto para el emisor como para el receptor, se inicia y termina con la bioquímica de sus respectivos sistemas nerviosos centrales. Influyen en este acto básico de la comunicación, las actividades mentales y emocionales, las convenciones culturales, el mundo físico, los hábitos de percepción.

A los componentes de la comunicación señalados anteriormente, hay que agregar los otros propuestos por Jakobson como son el canal, que viene a ser el medio, el vehículo, utilizado para hacer llegar ese mensaje y el contexto, situación o referente, entendido éste como la dimensión espacio-temporal y física, además de los objetos relevantes presentes en una realidad.

Estos componentes están íntimamente relacionados con las funciones comunicativas del lenguaje. Así, vemos que la función expresiva corresponde al emisor; la función connotativa, a la del receptor; la función fática, a la del contacto o canal; la función metalingüística , a la del código; la función poética, a la del mensaje y la función referencial, a la del contexto o situación. Claro está, que estos elementos están continuamente en movimiento, dado el carácter interaccional que conllevan.

La función metalingüística se relaciona con el código, ya que éste representa los símbolos por los cuales un grupo de hablantes se entienden, va más allá de lo meramente lingüístico. La función referencial se relaciona con el contexto, ya que las referencias en las cuales se apoyan los interlocutores se encuentran en el contexto lingüístico o situacional. Igualmente, la función poética está relacionada con el mensaje, porque aunque no siempre es bello estilísticamente hablando, es el mensaje el portador del tema.

Para Mayor, J. la comunicación es "el intercambio significativo entre sistemas interactivos". Mayor presenta un primer modelo de comunicación donde aparece un campo de experiencias de la fuente, una intención del emisor y emisión del mensaje, una expectativa e intención del receptor y recepción del mensaje y el campo de experiencias del destinatario, además de los otros componentes arriba mencionados. En un segundo modelo se observan las variables biológicas, cognitivas, socioculturales, y un sistema lingüístico agregado para la "producción" y "comprensión" de un texto.

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